domingo, 26 de junio de 2011
Deseo
El mundo se ha tornado en un lugar hostil para mí, tanto que no quiero ya ni salir de mi casa. Hoy es domingo por la noche, mañana tengo que retomar mis tareas habituales y sinceramente no tengo deseos de recomenzar la semana.
Es cierto que esto le sucede por lo general a todo el mundo y es llamado algo así como el "sindrome del domingo" pero en mi caso la situación la siento más profunda.
Este fin de samana lo pasé sola totalmente y fue una experiencia agradable. Estuve todo el sábado haciendo lo que más me gusta, escribiendo en mis blogs y descansando de todo y de todos. Tanto que ni quise que viniera la chica que me ayuda en casa que siempre lo hace los sábados por la mañana.
Tuve que salir apenas una media hora para hacer unas compras y luego me encerré todo el día, con la sensación de libertad que tanto ansío. Sabiendo que mi hija estaba pasándolo muy bien en su salida de fin de semana, el saber que sólo tenía que dedicarme a mí y hacer lo que yo quisiera me hizo sentir muy en paz.
Ayudó además el intenso frío que hizo que las personas casi no salieran de sus casas y por lo tanto no hubo casi ruido en la calle, cosa que no sucede y me molesta bastante cuando es día hábil y el tiempo está bueno.
Vivo en una zona muy poblada, donde el tránsito automotor es casi incesante en esos días y el paso de la gente es igual, ello sumado a las continuas construcciones y arreglos que hacen en las casas y terrenos aledaños me hacen sentir justamente todo lo contrario, una prisionera en mi propia casa y a pesar de ello, oyendo todo ese barullo que viene de afuera. Sinceramente me molesta mucho.
Huir del mundanal ruido en mi caso no significa solamente el título de un poema de uno de los grandes de la literatura y tampoco el de mi blog, significa un deseo real y consciente, un deseo que espero realizar muy pronto.
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