Hoy sábado a la noche siento como si realmente hubiese podido huir del mundanal ruido dentro de mi propia casa. Mi hija no está y afuera sólo se escucha el silencio de la noche, no hay nadie que lo intercepte. Ya dejó de pasar el ómnibus que pasa habitualmente y con seguridad todos los que iban a salir ya están en sus respectivos destinos y el resto, seguramente cómodos dentro de sus casas mirando tele o alguna película. No hay ruido de autos ni de gente y dentro de mi casa sólo se oye el zumbido que dan los artefactos eléctricos, la heladera en la cocina y aquí en mi cuarto el de mi computadora y mi teclado. Todos mis gatos están tranquilos y mis perros también.
Realmente no sé hasta cuándo durará, pero debo disfrutarlo.
Pienso en mi hija cómo lo estará pasando en su recital, espero que bien, a ella sí la extraño porque aunque hace ruido con su voz y su música, la extraño a ella a su personita hermosa que me trae alegría, a sus conversaciones contándome todas sus andanzas y aunque todo esto lo haga en medio de mucho ruido no me importa, es a la única que le perdono sacarme de mi habitual silencio. Es que la amo y la necesito mucho y me preocupo cuando no está en casa.
Pero bueno, pronto llegará mañana cargada de ruidos pero también volverá mi nena si Dios quiere y eso me dará la tranquilidad y la paz total que también necesito. Si ella está bien, yo estoy bien, si ella es feliz, yo estoy en paz.
sábado, 10 de septiembre de 2011
miércoles, 24 de agosto de 2011
Nuevo domicilio
Buscando imágenes encontré otra casita donde me gustaría vivir, ha sido un poco un sueño de niña que por supuesto no pude cumplir y que me ataca en la adultez sobre todo cuando los males del mundo me hieren y me llegan de una manera casi imposible de soportar.
Es en esos momentos cuando más surge esa necesidad imperiosa de aislarme y huir, donde sea, lo más lejos posible y lo más solitario también. Lejos del mundo que habitualmente me atormenta con sus acciones negativas, con su constante ulular de sirenas que denotan espanto y miedo, cuando una de ellas suena, algo malo está ocurriendo en algún lugar cercano y yo no puedo hacer nada. Entonces rezo, rezo por la posible persona que está en peligro y que es llevada en esa ambulancia, le pido a Dios por la salud de alguien que no concozco, pero es así, así siento, todo me llega. Por eso a veces la vida se me hace insoportable en la ciudad y busco denodadamente el silencio absoluto, la oscuridad total y el alejamiento completo de todo ser u objeto que pueda molestar mi pequeña, frágil y seguramente breve paz.
En la imagen que voy a subir les dejo una casita en un árbol y lo suficientemente grande como para albergarme largo tiempo.
Como ahora por ejemplo, en que quisiera nada más que treparme allí y acostarme en mi camita bien mullida y no salir hasta que el sol esté bien alto en el cielo y cientos de pajaritos detengan mi sueño. Creo que ni siquiera bajaría, solamente me asomaría a apreciar ese paisaje verde y natural y luego... no sé qué haría... como estoy ahora no se me ocurre nada, porque no estoy bien, pero seguramente estando allí debería estar mucho mejor y tener cosas lindas para hacer, como por ejemplo, limpiar y adornar mi linda casita, hacer un lindo jardín en la base del tronco de mi árbol y cuidar sus ramas y sus hojas. Creo que tendría bastante para hacer, sólo es cuestión de tener ganas
miércoles, 13 de julio de 2011
Muchos queremos ser pájaros...
... y vivir como ellos viven... y ser libres... y volar...
Buscando imágenes encontré la de esta entrada, donde alguien se construyó una casita de hornero de su tamaño. Me sentí más tranquila... no soy la única que tiene sueños locos jijiji...!!
SUEÑO IMPOSIBLE
Viendo esa imagen que publiqué en la entrada anterior donde se ve una casita globo en un árbol, se me ocurrió que a mí me gustaría mucho poder construirme una casita en un árbol en el bosque, eso es algo que hace mucho lo pienso, sé que es imposible pero me gusta soñar con lo imposible.
Si yo pudiera me construiría una casita en un bosque con escaleras como la de la imagen pero en lugar de que sea en forma de esfera la haría igual a la de los horneros, solamente que le agregarìa una ventanita y le pondrìa una puertita (necesidades de ser humano nomás que le teme a la intromisión de extraños).
Por lo demás la haría igual con ese recodo que separa la sala de la alcoba y si fuera posible también en barro como la hacen ellos, en realidad existen las casas de adobe, bien, me gustaría que fuese de ese material y la otra diferencia es que yo la adornaría con muchas flores y plantitas alrededor y por supuesto adentro le pondría una camita, una mesita de luz y un escritorio en el cuarto y en la sala una mesita con dos sillas y una cocinita chica con una mesada muy pequeñita, una heladerita frigobar y estufas y le haría un hogarcito a leña para calefaccionar la casita en invierno y sería mi lugarcito para refugirme cuando ya no aguante más vivir a ras del suelo, con la gente a mi alrededor y todo el ruido del mundo hostigándome constantemente.
Me encantaría vivir en mi casita de hornera!
Quiero paz
Es increíble, yo que estoy tratando de alejarme cada vez más del bullicio de las ciudades y de su modo de vida, tengo que decidir si acompaño o no a mi hija que necesita ir a vivir a Capital y me pide que vaya con ella.
Su necesidad es cierta y valedera, estamos a una hora de viaje de Buenos Aires y hacer todos los días ese trayecto para ir a trabajar y estudiar se hace realmente muy dificil y sobre todo cansador.
Pero el hecho concreto es que si bien yo tampoco quiero separarme de ella porque la voy a extrañar mucho como ella me dice que le pasará conmigo, no puedo dejar de recordar que yo hace mucho que ya no quiero las aglomeraciones, el barullo y el lío de la ciudad.
Por otra parte, hoy en día dejar nuestra casa sola es muy peligroso y alquilarla es la seguridad de que la van a descuidar por completo.
En definitiva, que me encuentro como no pensé que me pasaría con la disyuntiva de qué hacer, si sacrificar mi deseo de paz, sosiego y tranquilidad o hacerlo y trasladarme con mi hija a un departamento en Capital para que a ella se le haga más fácil todo lo que está haciendo.
En realidad ella podría irse sola, el tema es que no está acostumbrada y llora porque dice que me va a extrañar mucho y yo se que es cierto porque yo también pienso lo mismo acerca de ella, que si se va sola la voy a extrañar demasiado.
Es que ya hace doce años que ambas vivimos solas y nos hemos unido mucho, tanto que ahora nos es imposible pensar en separarnos sobre todo porque ella se iría sola.
Otra solución sería vivir con una amiga, pero ella reconoce que no tiene carácter para compartir la vida con nadie que no sea yo, por lo menos por ahora. Novio no tiene ni quiere tener, es una chica muy especial que en ese sentido no quiere compromisos y yo la apoyo porque pienso que si no está preparada para asumirlos o no quiere hacerlo porque prefiere la vida sin un hombre a su lado no me parece que tenga que intervenir, es más pienso que hace bien, que no se necesita un marido al lado toda la vida, de hecho la experiencia me dice que no hacen más que arruinarnos la vida.
En fin, acaba de llegar con un humor de perros y yo tengo que encerrarme en mi habitación para estar un poco en paz. Sinceramente no sé qué voy a hacer, tengo que reconocerlo, mi hija es una chica difícil para vivir, aunque yo la amo profundamente igual.
domingo, 26 de junio de 2011
Deseo
El mundo se ha tornado en un lugar hostil para mí, tanto que no quiero ya ni salir de mi casa. Hoy es domingo por la noche, mañana tengo que retomar mis tareas habituales y sinceramente no tengo deseos de recomenzar la semana.
Es cierto que esto le sucede por lo general a todo el mundo y es llamado algo así como el "sindrome del domingo" pero en mi caso la situación la siento más profunda.
Este fin de samana lo pasé sola totalmente y fue una experiencia agradable. Estuve todo el sábado haciendo lo que más me gusta, escribiendo en mis blogs y descansando de todo y de todos. Tanto que ni quise que viniera la chica que me ayuda en casa que siempre lo hace los sábados por la mañana.
Tuve que salir apenas una media hora para hacer unas compras y luego me encerré todo el día, con la sensación de libertad que tanto ansío. Sabiendo que mi hija estaba pasándolo muy bien en su salida de fin de semana, el saber que sólo tenía que dedicarme a mí y hacer lo que yo quisiera me hizo sentir muy en paz.
Ayudó además el intenso frío que hizo que las personas casi no salieran de sus casas y por lo tanto no hubo casi ruido en la calle, cosa que no sucede y me molesta bastante cuando es día hábil y el tiempo está bueno.
Vivo en una zona muy poblada, donde el tránsito automotor es casi incesante en esos días y el paso de la gente es igual, ello sumado a las continuas construcciones y arreglos que hacen en las casas y terrenos aledaños me hacen sentir justamente todo lo contrario, una prisionera en mi propia casa y a pesar de ello, oyendo todo ese barullo que viene de afuera. Sinceramente me molesta mucho.
Huir del mundanal ruido en mi caso no significa solamente el título de un poema de uno de los grandes de la literatura y tampoco el de mi blog, significa un deseo real y consciente, un deseo que espero realizar muy pronto.
martes, 14 de junio de 2011
Paz absoluta para pensar y meditar

Estuve buscando material para una entrada de este blog y no encontré nada interesante, salvo que parece que no somos pocos los que queremos huir del mundanal ruido. Tanto que descrubrí que en España mucha gente decidió irse de las grandes ciudades y se compraron o ya tenían o recibieron por herencia, el hecho es que se fueron a vivir al campo diríamos en Argentina, a las zonas rurales le dicen los españoles.
Y eso no es todo, han creado allí su manera de vivir también en lo atinente a sus ingresos, disponiendo de esos inmuebles para minivacaciones de aquellos que todavía viven en la ciudad y aún no se han decidido a dejarla pero buscan unos pocos días de distensión y descanso.
Algo así sucede aquí también con los propietarios de antiguas estancias que las aggiornaron como para ser visitadas los fines de semana por un solo día o en los fines de semana largos con alojamiento para dos o tres días.
En estos casos en Argentina, es bastante agradable uno de estos lugares porque se hace vida de campo, con paseos a caballo, se almuerza asado y se comen comidas típicas en general.
Es cierto que todo esto parece muy bueno para aislarse un poco, lo cierto es que en realidad no lo es, porque acude mucha gente y la vida que yo por lo menos ansío para huir del mundanal ruido es en un lugar donde no haya otras personas y donde el tema turístico esté desterrado, porque en esos lugares está todo previsto y preparado para que el que va no haga nada y no es en mi caso lo que busco.
Yo prefiero ir a un refugio, una cabaña perdida en un bosque, llevarme suficiente mercadería para bastantes días, algo muy importante, un lugar que sea mío y allí hacerme las tareas que yo necesite y que me guste hacer y si no tengo ganas no hago nada y me dedico a leer o meditar.
A este lugar yo me llevo solamente unos buenos libros y quizás tenga una tv pero para el dvd, mi pequeña netbook solamente para comunicarme con mi hija y saber que está bien y nada más. El resto sólo naturaleza, silencio y eliminación completa de actividades y compromisos. Ninguna responsabilidad y paz absoluta, lo único que aceptaría es la compañía del hombre que amo, nada más.
martes, 19 de abril de 2011
No necesito nada más
Qué placer pensar que voy caminando sin apuro por ese camino de la imagen de cabecera del blog y que canturreando una canción voy acercándome a mi cabaña porque ya está entrando la tarde en su tiempo de crepúsculo y debo cuidarme del frío nocturno.
Llegaré y encenderé el fuego de mi hogar, calentaré agua y me haré un rico té de miel que tomaré acompañado de galletas marineras. Esa será mi cena, no quiero dormir intranquila, sino todo lo contrario bien livianita para tener un sueño plácido y poder soñar sueños agradables y placenteros.
Miraré antes una película de las de mi colección de dvd y luego apagaré las luces y el hogar y encenderé el calefactor en mi habitación, elegiré un libro de mi biblioteca y me dispondré a leer un rato antes de dormirme en mi mullido sommier, con mi abultado pero liviano y abrigado acolchado.
Mis gatos estarán ya acomodados en su sillón en mi living donde les dejaré encendido un pequeño calefactor también a ellos, los gatitos siempre son un poco friolentos y por esta zona hace bastante en las noches ya en esta época.
Mis perros duermen en el patio pero como es cubierto no tienen frío, ya les dí de comer a todos mis animalitos, así es que me voy a dormir tranquila y con una absoluta paz totalmente alejada del mundanal ruido, ese que tanto me hostigaba y me arruinaba la vida cuando tuve que pasarlo. Hoy ya no, gracias a Dios estoy logrando mi sueño de vivir como yo lo deseo, alejada de todo para poder pensar, meditar mucho, estar en un casi continuo contacto con la naturaleza y dedicarme a mis placeres preferidos, leer, escuchar música y escribir. Con eso, ya estoy en paz.No necesito nada más.
lunes, 18 de abril de 2011
Muchos días alejada del mundanal ruido me hicieron tan feliz...
Terminaron los días soleados y cálidos y ya tenemos que recurrir a los calefactores y a las estufas, estamos en otoño en el sur, pero por como ha comenzado se presenta aparentemente como un futuro invierno muy crudo. Buenos Aires no es zona de nieve más bien de mucha humedad, pero hace cuatro años atrás, exactamente el 9 de julio del año 2007 nevó y bastante, lo cual no sucedía en esta ciudad desde el año 1010 justamente cien años después. Por lo tanto no esperamos nevadas, no es mucha la probabilidad, pero sí podemos llegar a tener inviernos muy fríos a veces con mañanas de cinco grados bajo cero y en algunas oportunidades esas temperaturas se mantienen hasta bien avanzado el mediodía. Yo creo que éste va a ser uno de esos inviernos, lo cual por un lado me gusta y por el otro me da un poco de temor, porque tengo problemas en el aparato respiratorio y los fríos con humedad no son una buena combinación para este tipo de malestares.
Soy una persona a quien siempre le ha gustado el invierno y sus fríos, pero este año pasé un verano tan lindo que sinceramente lo estoy extrañando. La pileta que muestro en la entrada anterior, los días cálidos, la soledad absoluta, sin obligaciones ni rutinas, toda la casa solamente para mí y siempre ordenada y limpia me hicieron pasar días realmente memorables, que parece raro porque fueron días simples, sin estridencias ni alborotos, pero es justamente lo que yo buscaba, la paz de unos días olvidándolo todo, y durante varios días lo logré. No resulta muy fácil encontrar la paz absoluta, pero yo creo haberlo logrado quizás por ratos y hasta podría decir horas o días y fue muy hermoso.
Esa paz viene juntamente con un regreso a la naturaleza, a la observación de todas sus criaturas y todos sus elementos. He llegado a quedarme horas acostada en la pileta observando en un tronco de uno de los árboles, como una casal de palomas tenían su idilio. He observado con absoluta atención a una mariposa grande y con brillantes colores naranja y negro cómo libaba el polen de unas margaritas anaranjadas y de una santa rita con sus flores fucsia. Fueron experiencias maravillosas.
Otro día me quedé largo rato mirando el cielo azul celeste hermosísimo y las nubes con formas de copos que lo recorrían lentamente, a veces cambiaban de forma y se tornaban en animales o en personas, la imaginación humana puede hacer mucho en estos casos.
De vez en cuando los días no estaban tan soleados y alguna nube oscura amenazante se colaba por entre el cielo celeste, entonces yo me apuraba en ponerme la malla y correr a mi pileta, la disfrutaba todo lo que podía chapoteando en el agua, haciendo supuestos ejercicios o arrellanándome en una colchoneta la cual muchas veces la usé como móvil transportándome a tracción de mis propias piernas de un extremo al otro de la pileta lo cual me encantaba porque me hacía sentir nuevamente una niña jugando, mirando constantemente la nube negra que recién cuando comenzaba a enviar sus gotas de aguacero veraniego, salía del agua. Reconozco haber sido un poco arriesgada, pero fue hermoso ganarle a la nube negra. Realmente fue todo muy bello.
Quiero dejarlo plasmado aquí porque este verano no fue igual a todos los veranos anteriores de mi vida. Los últimos fueron de pasar mucho calor y tirarme agua con una manguera y luego volver al interior de mi casa y encerrarme con mi computadora como en el invierno. Hace ya cinco años que no salgo de vacaciones, tengo problemas de salud que me asustan mucho si estoy fuera de mi casa. Por lo tanto, las vacaciones de salir a distintos lugares de mi hermoso país hasta que no solucione mi problema si es que lo hago porque es cardíaco y necesita cirugía, seguirán siendo en mi casa.
Anteriormente cuando todavía tenía a mi familia completa, salíamos religiosamente todos los años, a las playas o a las montañas, toda la costa, Mar del Plata y mucho de Córdoba han sido nuestros destinos más visitados, pero la verdad, salvo el recuerdo de ver a mis hijas disfrutando de esos lugares o la lectura a la que yo me dedicaba en los veranos en la playa o donde fuere, que era casi una obsesión y hoy veo que era una válvula de escape al aburrimiento de estar con mi marido solos muchas horas, lo demás lo recuerdo solamente como una obligación más de las tantas, demasiadas diría que tenía durante el año. Además, mi ex marido tenía la costumbre de encontrar enseguida gente con quien hacer amistad y eso es algo que a mí no me gustaba porque soy muy solitaria y prefería mi lectura a tener que conversar con gente que recién conocía de cosas que no me interesaban. Por lo tanto tengo que concluir que salvo la sonrisa que me provocaba ver a alguna de mis chiquitas chapotear en la orilla del mar de la mano de su padre o haciendo castillitos en la arena, otra cosa no me producía placer. Y si íbamos a las montañas menos aún porque generalmente íbamos a ciudades o pueblos muy concurridos y hacíamos una vida muy rutinaria, realmente las vacaciones en familia no me gustaban y sola no las hacía nunca. Encima de todo ello, siempre debía ocuparme de cocinar y limpiar la casa o departamento que alquilábamos porque a mi ex no le gustaban los hoteles y todo esto comenzaba para mí ya desde que faltaba por lo menos quince días para partir, porque debía comprar ropa, preparar ir a comprar la mercadería que llevaríamos en el auto para los quince días, porque supuestamente en la ciudad a la que viajábamos todo estaba más caro, debía dejar la casa bien limpia, debía comprar comida para los animales y buscar alguien que les de de comer en nuestra ausencia ...ahhh...! ya estoy cansada otra vez y sólo de contarlo! Cómo no voy a necesitar a esta altura de mi vida unas vacaciones en mi casa como me las tomçe, que encima hasta pic=nics me hacía, ya que me llevaba algún sandwhich, una caja de jugo y un libro de poesías a un sillón apoltronado que tengo en el jardín cerca de la pileta... Es lógico para lo que fue mi vida decir ahora que las mejores vacaciones de mi vida las pasé el verano del 2011 sola en mi casa.
Síiiiiiii!! Gracias hija por comprar la pileta! Lo pasé tan pero tan bien, que a veces mi otro yo que es más amiga de tánatos que yo me dice que quizás... este haya sido... mi último verano en esta vida...
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