sábado, 10 de septiembre de 2011

Medianoche de sábado

Hoy sábado a la noche siento como si realmente hubiese podido huir del mundanal ruido dentro de mi propia casa. Mi hija no está y afuera sólo se escucha el silencio de la noche, no hay nadie que lo intercepte. Ya dejó de pasar el ómnibus que pasa habitualmente y con seguridad todos los que iban a salir ya están en sus respectivos destinos y el resto, seguramente  cómodos dentro de sus casas mirando tele o alguna película. No hay ruido de autos ni de gente y dentro de mi casa sólo se oye el zumbido que dan los artefactos eléctricos, la heladera en la cocina y aquí en mi cuarto el de mi computadora y mi teclado. Todos mis gatos están tranquilos y mis perros también.
 Realmente no sé hasta cuándo durará, pero debo disfrutarlo.
 Pienso en mi hija cómo lo estará pasando en su recital, espero que bien, a ella sí la extraño porque aunque hace ruido con su voz y su música, la extraño a ella a su personita hermosa que me trae alegría, a sus conversaciones contándome todas sus andanzas y aunque todo esto lo haga en medio de mucho ruido no me importa, es a la única que le perdono sacarme de mi habitual silencio. Es que la amo y la necesito mucho y me preocupo cuando no está en casa.
 Pero bueno, pronto llegará mañana cargada de ruidos pero también volverá mi nena si Dios quiere y eso me dará la tranquilidad y la paz total que también necesito. Si ella está bien, yo estoy bien, si ella es feliz, yo estoy en paz.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Nuevo domicilio




Buscando imágenes encontré otra casita donde me gustaría vivir, ha sido un poco un sueño de niña que por supuesto no pude cumplir y que me ataca en la adultez sobre todo cuando los males del mundo me hieren y me llegan de una manera casi imposible de soportar.
 Es en esos momentos cuando más surge esa necesidad imperiosa de aislarme y huir, donde sea, lo más lejos posible y lo más solitario también. Lejos del mundo que habitualmente me atormenta con sus acciones negativas, con su constante ulular de sirenas que denotan espanto y miedo, cuando una de ellas suena, algo malo está ocurriendo en algún lugar cercano y yo no puedo hacer nada. Entonces rezo, rezo por la posible persona que está en peligro y que es llevada en esa ambulancia, le pido a Dios por la salud de alguien que no concozco, pero es así, así siento, todo me llega. Por eso a veces la vida se me hace insoportable en la ciudad y busco denodadamente el silencio absoluto, la oscuridad total y el alejamiento completo de todo ser u objeto que pueda molestar mi pequeña, frágil y seguramente breve paz.
 En la imagen que voy a subir les dejo una casita en un árbol y lo suficientemente grande como para albergarme largo tiempo.
 Como ahora por ejemplo, en que quisiera nada más que treparme allí y acostarme en mi camita bien mullida y no salir hasta que el sol esté bien alto en el cielo y cientos de pajaritos detengan mi sueño. Creo que ni siquiera bajaría, solamente me asomaría a apreciar ese paisaje verde y natural y luego... no sé qué haría... como estoy ahora no se me ocurre nada, porque no estoy bien, pero seguramente estando allí debería estar mucho mejor y tener cosas lindas para hacer, como por ejemplo, limpiar y adornar mi linda casita, hacer un lindo jardín en la base del tronco de mi árbol y cuidar sus ramas y sus hojas. Creo que tendría bastante para hacer, sólo es cuestión de tener ganas

miércoles, 13 de julio de 2011

Muchos queremos ser pájaros...



... y vivir como ellos viven... y ser libres... y volar...

Buscando imágenes encontré la de esta entrada, donde alguien se construyó una casita de hornero de su tamaño. Me sentí más tranquila... no soy la única que tiene sueños locos jijiji...!!

SUEÑO IMPOSIBLE






Viendo esa imagen que publiqué en la entrada anterior donde se ve una casita globo en un árbol, se me ocurrió que a mí me gustaría mucho poder construirme una casita en un árbol en el bosque, eso es algo que hace mucho lo pienso, sé que es imposible pero me gusta soñar con lo imposible.
 Si yo pudiera me construiría una casita en un bosque con escaleras como la de la imagen pero en lugar de que sea en forma de esfera la haría igual a la de los horneros, solamente que le agregarìa una ventanita y le pondrìa una puertita (necesidades de ser humano nomás que le teme a la intromisión de extraños).
 Por lo demás la haría igual con ese recodo que separa la sala de la alcoba y si fuera posible también en barro como la hacen ellos, en realidad existen las casas de adobe, bien, me gustaría que fuese de ese material y la otra diferencia es que yo la adornaría con muchas flores y plantitas alrededor y por supuesto adentro le pondría una camita, una mesita de luz y un escritorio en el cuarto y en la sala una mesita con dos sillas y una cocinita chica con una mesada muy pequeñita, una heladerita frigobar y estufas y le haría un hogarcito a leña para calefaccionar la casita en invierno y sería mi lugarcito para refugirme cuando ya no aguante más vivir a ras del suelo, con la gente a mi alrededor y todo el ruido del mundo hostigándome constantemente.
 Me encantaría vivir en mi casita de hornera!

Quiero paz






Es increíble, yo que estoy tratando de alejarme cada vez más del bullicio de las ciudades y de su modo de vida, tengo que decidir si acompaño o no a mi hija que necesita ir a vivir a Capital y me pide que vaya con ella.
 Su necesidad es cierta y valedera, estamos a una hora de viaje de Buenos Aires y hacer todos los días ese trayecto para ir a trabajar y estudiar se hace realmente muy dificil y sobre todo cansador.
 Pero el hecho concreto es que si bien yo tampoco quiero separarme de ella porque la voy a extrañar mucho como ella me dice que le pasará conmigo, no puedo dejar de recordar que yo hace mucho que ya no quiero las aglomeraciones, el barullo y el lío de la ciudad.
 Por otra parte, hoy en día dejar nuestra casa sola es muy peligroso y alquilarla es la seguridad de que la van a descuidar por completo.
 En definitiva, que me encuentro como no pensé que me pasaría con la disyuntiva de qué hacer, si sacrificar mi deseo de paz, sosiego y tranquilidad o hacerlo y trasladarme con mi hija a un departamento en Capital para que a ella se le haga más fácil todo lo que está haciendo.
 En realidad ella podría irse sola, el tema es que no está acostumbrada y llora porque dice que me va a extrañar mucho y yo se que es cierto porque yo también pienso lo mismo acerca de ella, que si se va sola la voy a extrañar demasiado.
 Es que ya hace doce años que ambas vivimos solas y nos hemos unido mucho, tanto que ahora nos es imposible pensar en separarnos sobre todo porque ella se iría sola.
 Otra solución sería vivir con una amiga, pero ella reconoce que no tiene carácter para compartir la vida con nadie que no sea yo, por lo menos por ahora. Novio no tiene ni quiere tener, es una chica muy especial que en ese sentido no quiere compromisos y yo la apoyo porque pienso que si no está preparada para asumirlos o no quiere hacerlo porque prefiere la vida sin un hombre a su lado no me parece que tenga que intervenir, es más pienso que hace bien, que no se necesita un marido al lado toda la vida, de hecho la experiencia me dice que no hacen más que arruinarnos la vida.
 En fin, acaba de llegar con un humor de perros y yo tengo que encerrarme en mi habitación para estar un poco en paz. Sinceramente no sé qué voy a hacer, tengo que reconocerlo, mi hija es una chica difícil para vivir, aunque yo la amo profundamente igual.

domingo, 26 de junio de 2011

Deseo


El mundo se ha tornado en un lugar hostil para mí, tanto que no quiero ya ni salir de mi casa. Hoy es domingo por la noche, mañana tengo que retomar mis tareas habituales y sinceramente no tengo deseos de recomenzar la semana.
 Es cierto que esto le sucede por lo general a todo el mundo y es llamado algo así como el "sindrome del domingo" pero en mi caso la situación la siento más profunda.
 Este fin de samana lo pasé sola totalmente y fue una experiencia agradable. Estuve todo el sábado haciendo lo que más me gusta, escribiendo en mis blogs y descansando de todo y de todos. Tanto que ni quise que viniera la chica que me ayuda en casa que siempre lo hace los sábados por la mañana.
 Tuve que salir apenas una media hora para hacer unas compras y luego me encerré todo el día, con la sensación de libertad que tanto ansío. Sabiendo que mi hija estaba pasándolo muy bien en su salida de fin de semana, el saber que sólo tenía que dedicarme a mí y hacer lo que yo quisiera me hizo sentir muy en paz.
 Ayudó además el intenso frío que hizo que las personas casi no salieran de sus casas y por lo tanto no hubo casi ruido en la calle, cosa que no sucede y me molesta bastante cuando es día hábil y el tiempo está bueno.
 Vivo en una zona muy poblada, donde el tránsito automotor es casi incesante en esos días y el paso de la gente es igual, ello sumado a las continuas construcciones y arreglos que hacen en las casas y terrenos aledaños me hacen sentir justamente todo lo contrario, una prisionera en mi propia casa y a pesar de ello, oyendo todo ese barullo que viene de afuera. Sinceramente me molesta mucho.
 Huir del mundanal ruido en mi caso no significa solamente el título de un poema de uno de los grandes de la literatura y tampoco el de mi blog, significa un deseo real y consciente, un deseo que espero realizar muy pronto.

martes, 14 de junio de 2011

Paz absoluta para pensar y meditar




Estuve buscando material para una entrada de este blog y no encontré nada interesante, salvo que parece que no somos pocos los que queremos huir del mundanal ruido. Tanto que descrubrí que en España mucha gente decidió irse de las grandes ciudades y se compraron o ya tenían o recibieron por herencia, el hecho es que se fueron a vivir al campo diríamos en Argentina, a las zonas rurales le dicen los españoles.
 Y eso no es todo, han creado allí su manera de vivir también en lo atinente a sus ingresos, disponiendo de esos inmuebles para minivacaciones de aquellos que todavía viven en la ciudad y aún no se han decidido a dejarla pero buscan unos pocos días de distensión y descanso.
 Algo así sucede aquí también con los propietarios de antiguas estancias que las aggiornaron como para ser visitadas los fines de semana por un solo día o en los fines de semana largos con alojamiento para dos o tres días.
 En estos casos en Argentina, es bastante agradable uno de estos lugares porque se hace vida de campo, con paseos a caballo, se almuerza asado y se comen comidas típicas en general.
 Es cierto que todo esto parece muy bueno para aislarse un poco, lo cierto es que en realidad no lo es, porque acude mucha gente y la vida que yo por lo menos ansío para huir del mundanal ruido es en un lugar donde no haya otras personas y donde el tema turístico esté desterrado, porque en esos lugares está todo previsto y preparado para que el que va no haga nada y no es en mi caso lo que busco.
 Yo prefiero ir a un refugio, una cabaña perdida en un bosque, llevarme suficiente mercadería para bastantes días, algo muy importante, un lugar que sea mío y allí hacerme las tareas que yo necesite y que me guste hacer y si no tengo ganas no hago nada y me dedico a leer o meditar.
 A este lugar yo me llevo solamente unos buenos libros y quizás tenga una tv pero para el dvd, mi pequeña netbook solamente para comunicarme con mi hija y saber que está bien y nada más. El resto sólo naturaleza, silencio y eliminación completa de actividades y compromisos.  Ninguna responsabilidad y paz absoluta, lo único que aceptaría es la compañía del hombre que amo, nada más.